El Pequeño Salvaje

T. C. Boyle no es el más sorprendente escritor de toda la galaxia, de hecho en ocasiones creo que Truffaut lo ayudó mucho.

FELIZ INICIO DE AÑO.

Tenemos, tengo, en particular nuevas expectativas para este nuevo año, 2013. Por lo menos promocionar distintas cosas dentro del blog, variar un poco o no sé, simplemente seguir como hasta ahora y no poner absolutamente nada hasta que no sea totalmente necesario.

Terminé el 2012 leyendo El Pequeño Salvaje de T. C. Boyle, fue mi regalo de cumpleaños (solo por mencionar y recordar la enorme alegría que me provocó), con la traducción de Juan Sebastián Cárdenas. 8 capítulos, uno más desesperante que el otro. 

Como nota particular antes de dar mi punto de vista, debo dejar claro que me detuve días enteros entre cada capítulo, ¿por qué? por que yo ya sabía que Víctor era un completo estúpido, la película me lo había dicho, ya sabía que nada iba a volverlo tan humano como tú o como yo, pero aún así desistía y retomaba el libro, sin esperanza alguna. Boyle me llevó al colmo del estrés, me sentí tan Itar como nunca antes lo había sido, es un libro que te deja siempre al borde del precipicio y te aleja y te acerca poco a poco, de repente y que al final, en vez de tirarte o rescatarte... te deja ahí, con un solo pie balanceandote entre caer y no, así acaban justo los 8 capítulos.

El Pequeño Salvaje. 

Una hermosa novela, digna de ser sometida a lectura para entender dos veces más la lógica humana.

Os sugiero pues que lean el libro por completo y sin esperar ni hacer trampas como yo. Truffaut es bueno en su cine, pero has de leer el libro primero para entenderlo al 100%



Axolotl