Los ojos cegados por la luz directa pueden llamar a engaño, pero la de Vivian Mair no era una mirada lavada por la asepsia y la falta de compromiso. Al contrario, estamos ante una historia que parece fruto de la ficción más extrema e idealista. Un contrato a muerte con la fotografía...(extracción)
Muchos ya la conocerán, otros tal vez hoy tendrán el gusto de encontrarse con su historia.
Vivian aquella mujer que un día arribo a los Estados Unidos, la chica introvertida que luego de cuidar a los pequeños se entregaba a la que tal vez sin miedo a equivocarme diría yo fue su pasión mas grande.
Sin intensión de lucro o de reconocimiento, Vivian... el ser en que encontramos la muestra del mas puro amor a la fotografía... ella, la chica humilde que nunca busco fama, tan solo el regocijo de su propio ser.
Su trabajo... una joya para el mundo, que gracias a aquel muchacho aficionado a las antigüedades, tenemos el placer de conocer.
P.D. No te puedo dejar de agradecerte querido amigo la noche en que gracias a ti tuve mi primer acercamiento con Vivian.
Su historia, después del salto extraída de una de las tantas paginas donde ahora podemos encontrar información.
Tuterem